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Los antibióticos no sirven contra los virus.

  • Charys Rangel
  • 21 jun 2022
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 22 jun 2022

El Servicio Venezolano de Infectología mostró preocupación ante la frecuente indicación de antibióticos como levofloxacino, para pacientes con COVID 19 por parte de profesionales de la salud.


Hace dos semanas el Servicio de Infectología publicó en su cuenta de Instagram que es inadecuado indicar antibióticos en pacientes con COVID-19 ya que estos son eficaces contra las bacterias, no contra los virus. “Es preocupante que después de dos años de pandemia existan profesionales de la salud que sigan recetando antibióticos indiscriminadamente y sin criterio para COVID-19”.


Señaló el presidente del SVINFECTOLOGÍA. Así mismo afirmó que quienes indiquen levofloxacina cada 12 o cada 8 horas está demostrando deficiencias inaceptables de conocimiento en medicina, además de que esto aumenta la posibilidad de efectos adversos graves en los pacientes.


Según el Doctor Guzmán, M., especialista en virología y miembro de la sociedad, uno de de los medicamentos con acción antibacteriana, mas no antivírica, que más se ha estado recetando, es la Levofloxacina que normalmente es un antibiótico del grupo de las quinolonas o fluorquinolona, que tiene una doble potencia en comparación con la ofloxacina.


Este antibiótico se considera de alto espectro, por lo tanto, es efectivo contra un gran número de bacterias. Sin embargo, su consumo tiene efectos adversos y en los casos más severos incluyen el daño neuronal permanente, aumento en la prolongación del segmento, QT cardíaco, torsades de pointes, eventos del sistema nervioso central como agitación, insomnio crónico, ataques de pánico, pesadillas y paranoia.


De esta forma, se justifica el uso de la levofloxacina solo en infecciones graves de tipo bacteriana donde el beneficio sobrepase el potencial de riesgo y no se disponga de otra alternativa médica.


¿Cuándo se puede tomar levofloxacino?

Está indicado para infecciones del tracto respiratorio como neumonía, bronquitis o sinusitis, del tracto genitourinario incluyendo prostatitis y cistitis o infecciones complicadas de la piel y otros tejidos blandos. Sin embargo, el médico tratante debe corroborar a través de un urocultivo si la bacteria que causa la infección es sensible a este antibiótico para así poder recetarlo. Respecto a la dosis y a la duración del tratamiento, dependerá de la localización y la gravedad de la infección. La presentación de este antibiótico puede ser en comprimido o ampolla inyectable. Indicó el Dr. Guzmán, miembro del SVINFECTOLOGÍA.


Reacciones adversas al levofloacino.

La aparición de diarrea es una de las reacciones adversas más comunes y en caso de ser intensa es recomendable acudir a consulta médica. Otra reacción es el riesgo de lesiones en los tendones que incluyen la tendinitis y la ruptura tendinosa, razón por la cual no es recomendado en niños ni jóvenes en etapa de desarrollo y crecimiento.


Otro efecto adverso grave, común e importante es la resistencia de las bacterias al levofloxacino provocadas por el mal uso y el abuso de este antibiótico. Como medida ante la resistencia de las bacterias al antibiótico, los expertos recomiendan no usar levofloxacino sin receta médica y tomarlo a las horas y por el periodo indicado. De esta forma, es importante tener presente que este antibiótico no tiene efecto en infecciones causadas por virus como gripes, resfriados, infecciones de garganta y Covid-19.


Por otra parte, el Servicio Venezolano de Infectología no descarta el tratamiento real para pacientes con en COVID-19, por el contrario instaron a través de su cuenta de Instagram @svinfectologia, a continuar con las medidas de prevención, señalando que aunque actualmente ha descendido el número de casos, hospitalizaciones y muertes, el virus no ha desaparecido.


En este contexto, la prioridad actual es la vacunación. Según datos estadísticos de la Center for Disease Control, los que actualmente están siendo hospitalizados y fallecen en los Estados Unidos, por la infección del Covid-19, siguen siendo los no vacunados, en Venezuela, no tenemos cifras actuales.


Así mismo, los adultos mayores tienen un menor riesgo de complicaciones de salud, si están vacunados y con refuerzo, puesto que este grupo de personas siempre tendrán un riesgo más alto de severidad ante el virus.


No obstante, sabemos que en Venezuela y en gran parte del mundo ha sido cuestionada la vacunación. El SVINFECTOLOGIA considera “absurdo las razones basadas en dogmas, falsas creencias, fanatismo, ideas irracionales y temores que son inescrupulosamente infundados por movimiento antivacunas”. De esta misma forma, se afirma que “las vacunas que las vacunas disponibles hoy en día contra el Covid-19 han demostrado en múltiples estudios científicos ser altamente eficaces, efectivas y seguras”. Haciendo una invitación a toda la población venezolana a que acudan a los centros de vacunación.


Actualmente, a casi dos años y medio desde el inicio de la pandemia y la propagación del virus covid-19, tras ensayo y error y experimentación, se puede poner en duda que la indicación de tratamiento con antibióticos sea eficaz para tratar el virus de Covid-19 y seguramente han sido recetados y consumidos por toda la población que ha padecido este virus.


Tras esta situación se vuelve de gran importancia la divulgación de estudios científicos recientes sobre el covid-19 y su tratamiento en todos los países del mundo y la constante formación acerca del tema para todos los profesionales de la salud, el mensaje de las organizaciones internacionales sobre la salud debe llegar a los lugares más recónditos del mundo.


Seguido de esto, de igual forma, es importante abordar la vacunación desde una perspectiva educativa y de formación para el sector profesional de la salud y sobre todo realizar intervenciones educativas comunitarias, justamente para evitar la desinformación, para así procurar aumentar el conocimiento de las personas y cambiar su actitud con respecto a las vacunas y las enfermedades que dichas vacunas pueden prevenir.


En este sentido, educar y comunicar son las claves para aumentar la confianza. No basta con el conocimiento del personal médico, es necesario y debería ser un derecho el acceso conocimiento científico de personas comunes, (no profesionales de la salud) que están expuestos a toda información y desinformación contra la vacunación, causando esto directa e indirectamente el aumento del riesgo de casos severos de covi-19, hospitalizaciones y muertes.



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