top of page

LA LUCHA DEL COMERCIANTE VENEZOLANO

  • Yinet Fajardo
  • 20 jun 2022
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 22 jun 2022

El venezolano es referencia de esfuerzo y dedicación pero ¿a qué costo?


Hacemos un recuento por la economía en Venezuela desde años anteriores y exponemos testimonios que demuestran de qué manera ha afectado al comerciante venezolano.


Caracas.- En la última década nuestro país ha atravesado una de las peores crisis económicas de su historia, donde el PIB (Producto Interno Bruto) ha ido cuesta abajo de una manera alarmante, el poder adquisitivo del venezolano es deplorable, mientras que la inflación se eleva cada vez más a niveles grotescos superando el 10.000%, en menos de dos décadas.


Hemos experimentado dos reconversiones monetarias (Bolívar Fuerte, Bolívar Soberano y Actualmente el Bolívar Digital) y sumado a esto medidas por parte del Ejecutivo Nacional como el encaje legal que restringe el otorgamiento de créditos por parte de las entidades bancarias, el cual Venezuela viene arrastrando desde hace varios años.



Aunque bien este último en meses recientes se ha aligerado sigue manteniendo unos dramáticos 73%, por si fuera poco, la falta de inversión privada y de capital extranjero han contribuido al hundimiento de nuestra ya fracturada economía, gracias a políticas mal estructuradas.


El ejemplo de las expropiaciones, que ocasionaron a estos dos últimos sectores pérdidas millonarias por parte del estado, aunque en la actualidad parece que el gobierno está renunciando a estas, haciendo devoluciones de algunas propiedades a sus antiguos dueños.


Teniendo como referencia la devolución de la propiedad que una vez sería el Centro Comercial Sambil ubicado en la Candelaria, que en su momento fue expropiado para albergar a personas que por uno u otro motivo carecían de un hogar, nuevamente tiene la esperanza de abrir sus puertas con sus legítimos dueños.


Aunado a esto se encuentra la aparatosa caída del precio del petróleo, el cual durante décadas fue el ancla de la economía nacional y hemos podido apreciar en primera fila el desplome de las más grandes e importantes empresas como PDVSA, CANTV, CORPOELEC, entre otras.


No obstante, nuevas medidas se han encargado de importunar la actividad económica del sector privado, como lo son las elevadas tasas de impuestos, nuevos trámites y permisos improvisados que en vez de impulsar a comerciantes que desean contribuir con el crecimiento económico de nuestro país.


Estos terminan siendo en el mejor de los casos contraproducentes; cuando escuchamos el testimonio de empresarios, notamos que entre sus más frecuentes quejas, se encuentran la renovación de patentes y constantes aumentos de capital que se ven obligados hacer al momento de solicitar créditos y otros servicios de parte de las entidades bancarias.


Expertos han calificado las medidas para promover el emprendimiento por parte del gobierno como insuficientes y prácticamente nulas, ofreciendo productos y servicios que básicamente condenan a dichos empresarios a la mediocridad y limitan su crecimiento, haciendo que para ellos sea una mejor opción la práctica de actividad económica informal, traduciéndose esto al final como una fuga de capital para el estado mismo.


Mientras otros retos se siguen sumando a la ya abultada lista de dificultades económicas, debemos mencionar la tediosa tarea de las empresas al momento de contratar personal, debido a la fuga de talento o personal capacitado, producto del masivo éxodo ocasionado por la crisis económica, social y política que nuestro país ha atravesado en los últimos cinco años.


Una encuesta reciente realizada por nuestro equipo a comerciantes locales, muestran su claro descontento y la falta de confianza hacia la llamada recuperación económica nacional, que se ha hecho noticia en lo que va de año, mencionan entre otras cosas las extorciones que sufren en las incontables alcabalas a la hora de trasladar sus productos a lo largo del territorio nacional.

Por parte de ciertos miembros de cuerpos de seguridad del estado, así como el alto costo y escases de combustible que afecta a nuestro país desde hace ya varios años, el cual se ha agravado entre los años 2020 y 2022, alcanzando así cifras que en años anteriores eran inimaginables.


Como el excesivo costo del diésel mejor conocido como gasoil a unos excesivos 0.50$, esto último ha causado un incremento exponencial al traslado de mercancía haciendo que el consumidor final tenga que pagar por un producto entre dos o tres veces más de lo que pagaba hace un año.


Este tipo de situaciones sumadas a la falta de materia prima han ocasionado que seamos testigos de extraños fenómenos como que la elaboración de productos extranjeros fabricados al otro lado del mundo alcance un costo de hasta menos del 40%, que productos de elaboración nacional.


Otro sector como el turismo se ha visto claramente afectado debido a la inseguridad que sufren nuestras ciudades, así como la precariedad de servicios básicos, tales como agua, luz e inclusive gas doméstico, haciendo así casi imposible que dueños de pequeñas posadas, restaurantes y otros comerciantes del sector puedan ofrecer comodidades dignas a sus clientes.


Generando gastos extras como el pago de cisternas, plantas eléctricas, entre otros, ocasionando de este modo que muchos de estos hayan tenido que cesar sus operaciones comerciales.

Es cierto que en los dos últimos años hemos podido ver un desahogo en la economía nacional pero aún estamos muy lejos de hablar de una recuperación económica, pues apenas hemos podido divisar un escaso destello de luz al final del extenso túnel que nos ha tocado atravesar.


Es necesario reconocer la heroica labor del sector privado en nuestro país que ha encontrado una y otra vez la forma de sortear todos estos obstáculos y muchos más que no hemos mencionado, que aun con todo esto han podido seguir ofreciendo no solo sus servicios, sino que también han podido proveer empleos a muchos venezolanos.


La actual ola de emprendimiento y de buenas ideas que se han atrevido a realizar brillantes venezolanos, a pesar de que las estadísticas no sean del todo esperanzadoras, son fiel testimonio de que contamos con un espíritu luchador y que estamos provistos de lo necesario para sacar adelante nuestro país.


En futuros años nos tocaría otorgarle nombres de comerciantes a avenidas y ciertas esquinas de nuestras ciudades en reconocimiento al arduo trabajo de estos que no cerraron sus puertas, sino que buscaron la manera de adaptarse a todos estos retos y superarse, apostándole una y otra vez a nuestro país y con las ganas de ver que sea mejor de lo que un día fue.



Comments


  • Facebook Long Shadow

© 2022 por Limón al cuadrado. Creado con Wix.com

bottom of page