El adiós a Internet Explorer, marcó el fin de una “relación de amor y odio”
- Christopher Bogadi
- 21 jun 2022
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 22 jun 2022
Caracas.- Después de tanto tiempo, luego de 27 años de reinado, llegó el momento de jubilar al gran Internet Explorer. Es el fin de una era.
La decisión no sorprende a nadie, por la sencilla razón de que el año pasado la empresa había anunciado la versión número 11 del popular navegador, el cual marcaría su final.

Imagen extraída de google.
El navegador principal de la compañía Microsoft aplicada en 1995, que fue debutado en computadores de escritorio con uno de los primeros sistemas Windows, el cual empezó a dar un giro drástico al mundo del internet y la navegación de forma virtual.
Para 2004 había acaparado el 95% del mercado, hasta ahora, que actualmente lo dominan otros navegadores, principalmente Google Chrome, Safari de la compañía Apple y Mozilla Firefox.
Luego de la aparición de estos navegadores, Internet Explorer fue perdiendo su auge, la popularidad que tenía desde sus inicios, luego de eso, los usuarios aprovecharon los nuevos lanzamientos de nuevas aplicaciones para navegar en plataformas como Google, Facebook y YouTube.
Por otro lado, también fue un golpe fatal el que se implementara la investigación inteligente en los teléfonos celulares.
Sobre todo cuando los navegadores preinstalados de Google Chrome y de Apple, Safari se implementaron en los teléfonos Android, ayudaron a cambiar el acceso del internet, y pasar de un internet de escritorio a uno en ámbito móvil.
Esto se dice que ocurrió a mediados de octubre del año 2016, según la empresa independiente de análisis web StatCounter.
Ésta empresa, reveló que a principios de éste año Google Chrome representaba el 60% del uso de internet de escritorio en todo el mundo y que los navegadores de Microsoft habían quedado por debajo de Firefox por primera vez.

Imagen extraída de google.
EDGE
Edge es otro navegador de la compañía Microsoft, lanzado en 2015 a la par con el sistema operativo Windows 10.
A diferencia de su antecesor, tiene unas características que lo hacen mucho más llamativo para los usuarios e intuitivo para la hora de manejarlo.
Los usuarios que desean mantener su navegación con Microsoft, están siendo dirigidos a Microsoft Edge. Por lo que se le ha implementado un “modo IE” para aquellos desarrolladores y aquellos que buscan acceder a aplicaciones heredadas.
La multinacional lleva desde el año 2015 pidiendo a empresas, administraciones y usuarios que lo abandonen ya que se ha quedado obsoleto y actualizarlo para que fuera estable y seguro era cada vez más complicado.
Chris Jackson, uno de los directores de software de Microsoft, dijo claramente que seguir usando Internet Explorer conllevaba “riesgos”. Por lo cual, se trató de darle fin al desarrollo de éste, pero no consiguieron ese objetivo, y se tuvo que seguir haciendo un equilibrio para que el programa siguiera siendo funcional.
Uno de los principales problemas por los que no se pudo realizar su cierre, era que se había convertido en el navegador estándar del internet. Por lo que instituciones y empresas construían servicios digitales específicamente para este navegador.
Como detalló Jackson, Explorer fue el “botón fácil” para muchas organizaciones que debían digitalizarse de una forma drástica y rápida, pero teniendo bajos recursos, lo cual ocurrió en la administración pública.
Se trató de alargar un poco más su duración, construyendo nuevos procesos sobre el mismo, antes de diseñar nuevas aplicaciones que trataran de llegar al auge de los nuevos navegadores. Pero esto no podía alargarse infinitamente, así que Microsoft fue desensamblando poco a poco la vida asistida de Internet Explorer.
Quería que desapareciera en un solo instante, porque su tiempo había pasado y no lograba alcanzar los actuales retos de la economía digital. Pero no podía hacerlo de una manera tan sencilla como esa, ya que eso pondría en riesgo miles de procesos de empresas privadas, y sobre todo, en las administraciones públicas.
Lo que sucedería de El Congreso de Diputados de España; al igual que ocurriría en el caso de Eurasia, una de las regiones tecnológicamente más innovadoras del mundo, la cual se preparaba para sufrir “dolores de cabeza durante meses” por el fin del soporte del navegador Internet Explorer.
La mayor parte de las empresas y administraciones que padecería de este problema, están ubicadas en Japón país en el cual aún necesitan del servicio del navegador. Decidieron pasar por alto las advertencias dadas por Microsoft sobre la desaparición de Internet Explorer y simplemente “esperaron hasta lo último para actualizar sus sistemas”.
Estas enviaron solicitudes de ayuda para migrar procesos que solo funcionaban en este navegador para uno más moderno, a una consultora japonesa llamada Computer Engineering & Consulting, un desafío el cual no suele ser fácil y requiere mucho tiempo de antelación. Entre los principales afectados se incluían administraciones públicas, institutos financieros y compañías industriales.
De acuerdo con una encuesta de Keyman´s Net el 49% de las organizaciones japonesas todavía utilizan Internet Explorer para hacer sus tareas diarias.
El navegador es un recurso fundamental para sistemas de gestión de asistencia de empleados, liquidaciones contables y otras herramientas internas. Además, más del 20% de los encuestados revelaron que no tienen un plan de transición tras la finalización del soporte de Internet Explorer.
Migrar sistemas no es nada fácil. Según la magnitud de estos, desarrollar nuevas soluciones, además de requerir tiempo, requiere invertir mucho dinero. Un ejemplo claro es lo que sucede con COBOL, un lenguaje de programación creado en los años sesenta que todavía sigue utilizando.
Pero a diferencia de COBOL, que sigue evolucionando, hay otras soluciones que están destinadas a desaparecer y aferrarse a ellas solo puede traer problemas.
Alguien creó una lápida para Internet Explorer.
Se realizaron varios homenajes para el navegador, sin embargo ninguno como el de Jung Ki-young, quien hizo una lápida para honrar la memoria de Internet Explorer.
Jung Ki-young es un ingeniero de software de Corea del Sur, para quien la perdida de Internet Explorer, fue algo muy fuerte, luego de 27 años de rito. Es por eso que para conmemorar lo, pasó un mes diseñando una lápida para Internet Explorer.
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