CONMOCIÓN ARQUEOLÓGICA: REAPARECE CIUDAD DE 3.400 AÑOS EN UNA LAGUNA DE IRAK.
- Rosa Lares
- 24 jun 2022
- 4 Min. de lectura
Caracas.- Arqueólogos encontraron en el lecho de una laguna edificios, palacios y muros de la que se cree habría sido la ciudad de Zakhiku, con más de 3.400 años de antigüedad. El descubrimiento es considerado una verdadera sensación. Los arqueólogos tuvieron que trabajar contrarreloj para estudiar el máximo posible de este importante territorio del Imperio Mitanni.

El embalse de Mosul redujo su nivel del agua y permitió el hallazgo.
Se conoció que los niveles del agua en el río Tigris bajaron a proporciones alarmantes a comienzo de año por motivo de la sequía intensa que ha venido padeciendo Irak. El país se moría de sed por el cambio climático, la falta de infraestructuras ocasionada por décadas de inestabilidad política y las dificultades hidrográficas provocadas por las vecinas Turquía e Irán que están afectando a millones de personas que habitan en el territorio de la antigua Mesopotamia.
La escasez de agua, a pesar de que, también genero un descubrimiento sin comparación. De las orillas del Tigris emergió imponente una antigua ciudad del Imperio Mitanni, erguida hace unos 3.400 años cerca de donde actualmente se encuentra el lago de Mosul. Los arqueólogos alemanes y kurdos creen que se trata de Zakhiku.
También se conoció que este amplio territorio, que incluye un palacio y varios grandes edificios, se cree que fue un trascendental centro dentro del Imperio Mittani (un reino conocido como Naharina y que existió entre el 1550 y el 1350 antes de Cristo). Los investigadores tuvieron que trabajar demasiado rápido, antes de que el lago volviera a recuperar los niveles de agua volviera a sumergir las ruinas.
Irak es uno de los países del mundo más perjudicado por el brutal cambio climático. El sur del país, en particular, experimenta una sequía extrema desde hace meses. Para prevenir que los cultivos se sequen, desde diciembre se han extraído grandes cantidades de agua del lago de Mosul, el depósito de agua más importante del país.

Los arqueólogos excavan las paredes de un gran edificio de almacenamiento
de la época del Imperio Mittani. Universidad de Tübinge

Una restauradora recupera con cuidado las tablillas
cuneiformes de una vasija de cerámica en el laboratorio Universidad de Tübingen
Esto llevó a la reaparición de esta ciudad de la Edad del Bronce en Kemune (Kurdistán iraquí), que había estado sumergida durante décadas y que nunca se había excavado antes. Entre enero y febrero, y de forma totalmente espontánea, varios arqueólogos trabajaron a contrarreloj para documentar al menos algunas partes de este importante territorio.
En cuestión de días se formó un equipo para las excavaciones de rescate formado por el doctor Hasan Ahmed Qasim, presidente de la Organización de Arqueología de Kurdistán, la doctora Ivana Puljiz de la Universidad de Freiburg y el doctor Peter Pfälzner de la Universidad de Tübingen.

Los ladrillos de barro de los edificios de la Edad del Bronce
están empapados por el agua del embalse Universidad de Tübingen

Vista aérea de las excavaciones en Kemune con arquitectura de la Edad de Bronce
parcialmente sumergida en el lago Universidad de Tübingen
El grupo arqueológico germano-kurdo, en cooperación con la Dirección de Antigüedades y Patrimonio en Duhok, actuó bajo una extrema presión de tiempo porque no estaba claro cuándo volvería a subir el agua del lago. En cuestión de pocas semanas estos arqueólogos lograron mapear gran parte de la ciudad del Imperio Mitanni construida hace miles de años.
Además de un palacio se descubrieron otros grandes edificios: una fortificación con muros y torres, un edificio de almacenamiento monumental de varios pisos y un complejo industrial. El extenso espacio urbano data de la época del Imperio de Mitanni, que controlaba gran parte del norte de Mesopotamia y Siria entre el 1550 y el 1350 antes de Cristo.

Paredes de adobe de los edificios de la antigua ciudad de Kemune
Universidad de Tübingen

Las paredes del edificio de almacenamiento del período Mittani,
que tienen varios metros de altura. Universidad de Tübingen
"La inmensa edificación es de suma importancia porque en él se deben haber almacenado grandes cantidades de mercancías, probablemente traídas de toda la región", explica Ivana Puljiz. "Los resultados de la excavación muestran que el sitio fue un centro importante", añade Hasan Qasim.
El equipo de investigación quedó asombrado por el perfecto estado de conservación de las paredes, a veces con una altura de varios metros, a pesar de que están hechas de ladrillos de barro secados al sol y estuvieron bajo el agua durante más de 40 años. Esta buena preservación se debe a que la ciudad fue destruida por un terremoto alrededor del año 1350 a.C. y las partes superiores de las murallas se derrumbaron, enterrando los edificios.

Vista de una de las vasijas de cerámica con tablillas cuneiformes,
incluida una tablilla que todavía está en su sobre de arcilla original.
Universidad de Tübingen.

Vasijas de cerámica, en las que se almacenaban tablillas cuneiformes,
se encuentran en la esquina de una habitación del período asirio medio.
Universidad de Tübingen
Entre los escombros aparecieron cinco vasijas de cerámica que contenían un archivo de más de 100 tablillas cuneiformes. Datan del período asirio medio, poco después de que el terremoto azotara el enclave. Algunas tablillas, que pueden ser cartas, aún se encuentran en sus sobres de arcilla.

Una de las vasijas con tablillas cuneiformes es inspeccionada antes de ser recuperada
Universidad de Tübingen.
"Es casi un milagro que las tablillas hechas de arcilla sin cocer sobrevivieran tantos siglos bajo el agua", dice Peter Pfälzner. Para evitar posteriores daños al sitio arqueológico, los edificios excavados se cubrieron completamente con láminas de plástico ajustadas y se cubrieron con relleno de grava. Esto está destinado a proteger las paredes de arcilla sin cocer y cualquier otro hallazgo aún escondido en las ruinas durante las épocas de inundación. El territorio del imperio está ahora una vez más completamente sumergido.

Una vez completada la excavación, el sitio se cubrió con una lámina de plástico
para protegerla de las crecientes aguas del embalse de Mosul Universidad de Tübingen.
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